¿Ayuda la alfabetización mediática a librar la batalla contra la desigualdad?

Niños reciben el kit Kio DE BRCK, una plataforma educativa integrada que convierte los salones escolares en un aula digital. Foto: agromusing en Twitter (CC BY 2.0)

El 90% de los datos que existen en el mundo se generaron en los últimos dos años. Se espera que la llegada del Internet de las Cosa hará disparar esta cifra, con 30 mil millones de dispositivos conectados para el próximo año.

Los datos y la tecnología digital han cambiado la mayoría de los procesos sociales, políticos y económicos de los países con economías avanzadas. Más de 4, 33 mil millones de personas son usuarios activos de Internet a fecha de hoy, más de la mitad de la población mundial. La idea de la aldea global está cada día más cerca de la incorporación de una tecnología que conecta todos los lugares del mundo y reduce el tiempo de acceso a ella.

Las promesas de los gurús de la tecnología predijeron una sociedad global unida por el diálogo cultural , la transparencia y la interacción directa entre los individuos. La presencia de una tecnología avanzada suprimiría el trabajo indeseable para proporcionar más calidad de vida para todos.

Alfabetización mediática es el término que define la nueva alfabetización para los siglos XX y XXI, la alfabetización, que trata sobre los nuevos “lenguajes” de los ordenadores y, en general, de las habilidades digitales.

Las habilidades digitales son, en cualquier caso, un tema transversal de los sistemas educativos, que preparan a los individuos para un nuevo mercado laboral, pero también para la vida cotidiana, donde la tecnología digital está integrada en operaciones administrativas, la banca, las compras.

Sin habilidades digitales, los ciudadanos, las comunidades y los países corren el riesgo de quedarse atrás en un mundo dominado por esta economía digital de rápida evolución.

El mundo mapeado según el uso de Internet en 2015. Fuente: El Worldmapper (CC BY-NC-SA 4.0)

Las promesas de inclusión, entonces, están condicionadas por el dominio de ciertas competencias que permitirían a los individuos usar esta tecnología y hacerlo de una manera que les sea rentable.

Este último punto no es despreciable: los expertos han descubierto que la «brecha digital» que separa a las personas y los países que se benefician de la tecnología y los que no lo hacen es fácil de cerrar con la provisión de acceso a Internet. Lo que es más difícil de superar es la brecha de uso , esto es, las diferencias entre los beneficios que las personas obtienen de los recursos digitales.

Mientras que algunas personas usan los medios digitales para invertir en actividades que mejoran su posición en la vida (estudios, trabajo, operaciones administrativas y operaciones bancarias), otras están atascadas en la trampa de la atención de una economía digital que disminuye su potencial para usar su tiempo y recursos cognitivos sabiamente. Estas actividades de bajo perfil incluyen el uso predominante de juegos, comunicaciones y entretenimiento en línea.

De hecho, los expertos han descubierto que las personas con menos recursos económicos pasan más tiempo en los medios digitales que sus pares, con mayores recursos y nivel de instrucciones.

En este punto, vale la pena preguntar: ¿es la alfabetización digital una puerta de entrada a la inclusión y la reducción de la desigualdad?

La respuesta es no y sí. No, si se entiende la alfabetización mediática como la mera adquisición de habilidades técnicas para engrosar la lista de clientes de los monopolios digitales. Sí, si es una oportunidad para aprender las competencias críticas que permiten filtrar noticias falsas o no deseadas, evitar contenidos maliciosos, navegar por Internet de manera segura y, especialmente, encontrar contenidos enriquecedores, oportunidades de aprendizaje colaborativo y experiencias que mejoren la capacidad de los usuarios.

El entorno digital es todavía bastante nuevo. El escándalo de Cambridge Analytica demostró cuán vulnerables son los usuarios comunes frente a las poderosas corporaciones digitales. Los problemas relacionados con lo digital afectan principalmente a las poblaciones desfavorecidas conectadas, ya que es probable que administren sus configuraciones de seguridad en línea de manera deficiente y dependan de los servicios digitales para actividades de entretenimiento y relaciones sociales.

Los organismos multilaterales como la UNESCO han comprendido el inmenso poder de la alfabetización mediática para brindar oportunidades a todos. El objetivo de lograr un uso equitativo de la Web sigue siendo secundario en el marco de las principales agendas de desarrollo, pero es un tema transversal para lograr el horizonte de inclusión.

Geisel García Graña
Geisel García Graña
Geisel es responsable de comunicación y ecosistemas en GlobalCAD y consultora en temas de comunicación y ciudades sostenibles. Es doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona. @geiselgg