Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres

Las mujeres son agentes de cambio. Llevan proyectos a nivel local, nacional o internacional, ocupan posiciones de toma de decisiones, crean empresas, impulsan el cambio social y desarrollan iniciativas locales con un alto impacto positivo en su comunidad. Una posición fuerte y central de las mujeres dentro de los desafíos del desarrollo se ve como elemento necesario para mejorar el desarrollo económico. Sin embargo, sigue habiendo desigualdades y las mujeres siguen enfrentándose a obstáculos significativos para beneficiarse de los mismos derechos que los hombres y en acceder por igual a las oportunidades laborales. Una estrecha colaboración entre los actores locales y globales es esencial para fortalecer la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

En los últimos cinco años, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres han centrado la atención de los actores en el sector del desarrollo. Varios informes como “The World Survey on the role of women in development 2014: Gender equality and sustainable development” han demostrado que el empoderamiento de las mujeres se está convirtiendo en un objetivo de desarrollo en sí mismo, pero también en una parte esencial para lograr un desarrollo sostenible. Los diferentes informes resaltan que, dado el importante papel de las mujeres en la mayoría de dinámicas sociales, muchos otros objetivos de desarrollo tienden a fallar sin su influencia y liderazgo.

En 2015, los países reconocieron formalmente que las mujeres juegan un papel esencial en la consecución de los objetivos globales. Los países del G7 dieron un paso en esta dirección y listaron el empoderamiento económico de las mujeres como prioridad. Siguiendo una línea similar, durante la Cumbre para el Desarrollo Sostenible en septiembre 2015, los Estados miembros de la ONU reconocieron que las mujeres se ven afectadas por cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y que la igualdad de género va mucho más allá del SDG 5 focalizado en este tema.

Sin embargo, a pesar de estos importantes avances en la promoción de la igualdad de género a nivel político, sigue habiendo una necesidad urgente de abordar las barreras estructurales para el empoderamiento económico y la inclusión completa de las mujeres en la actividad económica. En 2016, la ONU dijo que en todo el mundo las mujeres ganaron un 24% menos que los hombres por el mismo trabajo, y que el 75% del trabajo de las mujeres en los países en desarrollo era informal y no protegido. En las regiones en desarrollo, el 75% del empleo de las mujeres es inseguro, sin protección y mal pagado, si están empleadas. Sólo el 5% de las mujeres en el sur de Asia tiene trabajo formal, y sólo el 11% en África subsahariana.Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres han visto «sólo mejoras marginales» en el mundo del trabajo en los últimos 20 años.

Invertir en las niñas y las mujeres es desbloquear al máximo el potencial de la mitad de la población mundial. Un informe del Instituto McKinsey Global demostró que $28tn adicionales podrían añadirse a la economía mundial si las mujeres desempeñaran un papel idéntico al de los hombres en el mercado hoy en día. Las economías necesitan el aporte de todos y la igualdad de género es necesaria para alcanzar los objetivos globales. Como Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka dijo este mes: «Somos todos necesarios, en nuestros países, comunidades, organizaciones, gobiernos y en las Naciones Unidas para garantizar que se toman acciones decisivas, visibles y cuantificables debajo de la bandera Planet 50-50: Step It Up for Gender Equality”.

El empoderamiento económico de la mujer necesita ser fortalecido y apoyado en todos los niveles. La colaboración entre los actores globales y locales (Estados, organizaciones, sociedad civil y sector privado) es necesaria para impulsar el empoderamiento de la mujer. Una clave para mejorar las oportunidades de empleo de las mujeres es dotarlas de habilidades relevantes para el trabajo decente, especialmente a través de la educación y la formación técnica y profesional a través de la enseñanza formal y no formal. Los actores deben trabajar mano a mano para promover la reducción de la pobreza y la desigualdad, el crecimiento y beneficios para todos y la superación de la discriminación, el acoso sexual, la violencia contra las mujeres y niñas y otras barreras culturales, sociales, económicos y legales a las cuales se enfrentan las mujeres día a día.

Sólo si las mujeres se benefician de los mismos derechos que los hombres y tienen acceso a oportunidades similares, se puede lograr el desarrollo sostenible. Con este fin, es esencial que los actores locales y globales trabajen juntos para mejorar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Autor: Isadora Loreto es parte del equipo GlobalCAD desde 2016.  Sus principales áreas de especialización son cuestiones de negocios inclusivos y de genero.

Foto: Pablo Tarrero